martes, abril 15, 2008

IRENA SENDLER: LA MADRE DE LOS NIÑOS DEL HOLOCAUSTO

Les he colocado unos videítos pero igual les copio artículo completo de http://www.felicituri.es/

Mientras la figura de Oscar Schindler fue aclamada por todo el mundo gracias a Steven Spielberg, que se inspiró en él para hacer la película que conseguiría siete premios Oscar en 1993, narrando la vida de este industrial alemán que evitó la muerte de 1.000 judíos en los campos de concentración, Irena Sendler seguía siendo una heroína desconocida fuera de Polonia y apenas reconocida en su país por algunos historiadores, ya que los años de oscurantismo comunista habían borrado su hazaña de los libros oficiales de historia. Además ella nunca contó a nadie nada de su vida durante aquellos años.



Sin embargo, en 1999 su historia empezó a conocerse, curiosamente, gracias a un grupo de alumnos de un instituto de Kansas y a su trabajo de final de curso sobre los héroes del Holocausto. En su investigación consiguieron muy pocas referencias sobre Irena. Sólo había un dato sorprendente: alrededor de 2.500 niños habían salvado la vida gracias a ella. ¿Cómo es posible que apenas hubiese información sobre una persona así? La gran sorpresa llegó cuando tras buscar el lugar de la tumba de Irena, descubrieron que no existía dicha tumba, porque ella aún vivía, y de hecho todavía vive. Hoy es una anciana de 97 años que reside en un asilo del centro de Varsovia, en una habitación donde nunca faltan ramos de flores y tarjetas de agradecimiento procedentes del mundo entero.
Cuando Alemania invadió el país en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, el cual manejaba los comedores comunitarios de la ciudad. En 1942 los nazis crearon un gueto en Varsovia. Irena, horrorizada por las condiciones en que vivían, se unió al Consejo para la Ayuda a los Judíos. Consiguió identificaciones de la oficina sanitaria, una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Como los alemanes invasores tenían miedo de una posible epidemia de tifus, permitían que los polacos controlaran el recinto.

Pronto se puso en contacto con familias a las que les ofreció llevar a sus hijos fuera del gueto. Pero no les podía dar garantías de éxito. Era un momento horroroso, debía convencer a los padres de que le entregaran sus hijos, y ellos le preguntaban: “¿Puedes prometerme que mi niño vivirá?” Pero ¿quién podía prometer cuándo ni siquiera se sabía si lograrían salir del gueto? Lo único cierto era que los niños morirían si permanecían en él.
Las madres y las abuelas no querían desprenderse de sus hijos y nietos. Irena las entendía perfectamente, pues ella misma era madre, y sabía perfectamente que, de todo el proceso que ella llevaba a cabo con los niños, el momento más duro era el de la separación. Algunas veces, cuando Irena o sus chicas volvían a visitar a las familias para intentar hacerlas cambiar de opinión, se encontraban con que todos habían sido llevados al tren que los conduciría a los campos de la muerte. Cada vez que le ocurría algo así, luchaba con más fuerza por salvar a más niños. Comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo lo que estaba a su alcance para esconderlos y sacarlos de allí: cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercaderías, sacos de patatas, ataúdes… En sus manos cualquier elemento se transformaba en una vía de escape.

Logró reclutar al menos una persona de cada uno de los diez centros del Departamento de Bienestar Social. Con su ayuda, elaboró cientos de documentos falsos para dar identidades temporales a los niños judíos. Irena vivía los tiempos de la guerra pensando en los tiempos de la paz. Por eso no le bastaba solamente mantener a esos niños con vida. Quería que un día pudieran recuperar sus verdaderos nombres, sus historias personales, sus familias. Entonces ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades. Anotaba los datos en pequeños trozos de papel y los guardaba dentro de botes de conserva que luego enterraba bajo un manzano en el jardín de su vecino. Allí estaba el pasado, sin que nadie los sospechara, de alrededor de 2.500 niños.
Pero un día los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja de su celda, encontró una estampa ajada de Jesucristo. La conservó como el resultado de un azar milagroso en aquellos duros momentos de su vida, hasta el año 1979, que se la obsequió a Juan Pablo II. Irena era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos; soportó la tortura y se rehusó a traicionar a sus colaboradores o a cualquiera de los niños ocultos. Le rompieron los pies y las piernas además de imponerle innumerables torturas. Sin embargo nadie pudo romper su voluntad. Así que fue sentenciada a muerte. Una sentencia que nunca se cumplió, porque camino del lugar de la ejecución, el soldado que la llevaba, la dejó escapar. La resistencia le había sobornado porque no querían que Irena muriese con el secreto de la ubicación de los niños. Oficialmente figuraba en las listas de los ejecutados, así que a partir de entonces, Irena continuó trabajando, pero con otra identidad.

Al finalizar la guerra, ella misma desenterró los frascos y utilizó las notas para tratar de localizar todas aquellas familias adoptivas y reunirlos con sus parientes diseminados por toda Europa. Muchos habían perdido a sus familiares en los campos de concentración nazis. Los niños sólo la conocían por su nombre clave: Jolanta. Años más tarde, su historia apareció en un periódico acompañada de fotos suyas de la época, varias personas empezaron a llamarla para decirle: “Recuerdo tu cara. Soy uno de esos niños, te debo mi vida, mi futuro y quisiera verte…”. Irena tiene en su habitación cientos de fotos con algunos de aquellos niños sobrevivientes o con hijos de ellos.
Su padre un médico, que falleció de tifus cuando ella era todavía pequeña, le inculcó lo siguiente:
“Ayuda siempre al que se está ahogando, sin tomar en cuenta su religión o nacionalidad. Ayudar cada día a alguien tiene que ser una necesidad que salga del corazón”

Irena Sendler lleva años encadenada a una silla de ruedas, debido a las lesiones que arrastra tras las torturas sufridas por la Gestapo. No se considera una heroína. Nunca se adjudicó crédito alguno por sus acciones. Siempre que se le pregunta sobre el tema, Irena dice:
Podría haber hecho más, y este lamento me seguirá hasta el día en que yo muera”.
“Como se plantan las semillas de comida, se plantan las semillas de bondad. Traten de hacer un círculo de bondades, y éstas les rodearán y les harán crecer más y más”. Irena Sendler





De otro artículo más reciente de la misma página:

Irena Sendler fue propuesta para Premio Nobel de la Paz en marzo del 2007 . No se lo dieron. Prefirieron otorgárselo a Albert Gore “por sus esfuerzos para crear y difundir el cambio climático”. Comparando méritos, dudo que haya muy pocos agraciados con dicho premio que puedan competir con el curriculum de Irena en cuanto a vida heroica en tiempos difíciles, de anonimato, solo mundialmente descubierto al final de sus días, y de trabajo por la paz. Una vida ejemplar llena de los galardones que solo te pone la propia conciencia del deber cumplido.

Ojalá haya entre los jóvenes de nuestra generación este heroísmo y este amor por la humanidad.

lunes, abril 14, 2008

VALORES: EL ENAMORAMIENTO

Tiene algunos giros españoles pero me pareció simpático y acertado.

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Mariposas en el estómago

El cielo es más azul y el aire más fresco. Ojalá estuvieras en el campo, pero no, es algo peor: ¡estás enamorado!
Por Juan José Díaz Enríquez
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Sublime. No hay otra forma de definirlo. Es sublime cuando, por primera, segunda y enésima vez uno escucha una canción y siente su corazón inundarse de la presencia de la persona a la que ama. Sentir su sonrisa acariciar, suave, cada fibra de nuestra alma es algo más allá de este mundo.

Pero este sentimiento es demasiado “divino” como para jugar con él y decir, en cualquier momento, que uno lo siente. Hay que saber distinguir entre el verdadero Amor, entre el enamoramiento y entre el noviazgo.
Comencemos por el noviazgo. Si nos pidieran que definiéramos qué es, muy posiblemente aplicaríamos la eterna frase de nuestros abuelos: “es la preparación para el matrimonio”. Pero me parece que es insuficiente: un noviazgo a los quince años no parece ser eso. Por lo menos, no absolutamente. Sí es una preparación para el matrimonio en cuanto “prepara” a la pareja para poder tener una relación estable, duradera.

Pero también los prepara para el amor: los primeros noviazgos –me parece- son el abono para que, en un futuro, pueda germinar la hermosa semilla del Amor.

Por eso mismo utilizar al noviazgo como un simple juego, como un simple pasaporte hacia placeres superficiales, es majadero, es bruto. Dicho esto hablemos ahora del enamoramiento.¿Qué es eso? Es el primer brote, el más fino y delicado tallo, de Amor. El enamoramiento es el estado en que las personas comienzan a sentir en su corazón (¿en su alma?) los áureos reflejos del Amor. El enamoramiento no permite a los enamorados ser una misma alma, pero les permite volar. ¡Sí, volar! Los enamorados vuelan cuando piensan en la otra persona, cuando la ven, cuando la extrañan. El enamoramiento es eso: es volar.

Por eso mismo utilizar el enamoramiento para jugar al semental y a la liberal es triste y patético: así como nadie toma un avión para viajar por carretera, nadie debería usar al enamoramiento para arrastrarse por el pavimento. No vale la pena.

Y por último: ¿qué es el Amor? Lo es todo. Amor es –cito a Víctor Hugo- “una respiración celeste del aire del paraíso”. Amor es amar y ser amado, es entregarse hasta sangrar y querer sangrar si uno no se entrega. Amor es la unión de dos almas, el delirio de dos corazones. Amar no es ser pasional, sino ser apasionado. Amar es respetar al otro, pues se ve en él (o en ella) el reflejo de la propia alma.

El Amor es el árbol más frondoso, “la flor más bella” que surge del campo fértil del enamoramiento, muchas veces gracias al abono de un verdadero noviazgo. Amar es abrazar al otro, moldear al otro, cambiar al otro, mejorar al otro. Amar es ser abrazado, moldeado, cambiado y mejorado. Es recibir vida, no sólo existencia: es comenzar a vivir. Y precisamente por ello el Amor no es algo sencillo: el que ama deja todo atrás (pero dejemos que ese “dejar” sea tema de algún otro artículo).

Hemos hablado del Amor, del enamoramiento y del noviazgo: ahora nos toca caminarlos, nos toca vivirlos. Cómo lo hagamos, depende de nosotros. ¡Ojalá que lo hagamos bien!

VALORES: LA DISCRESIÓN Y LA VERDADERA SABIDURÍA

(de www.interrogantes.net)
«Caminaba despacio con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, me preguntó: “Además del canto de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?”. Agucé el oído y le respondí: “Oigo el ruido de una carreta”. “Eso es —dijo mi padre—, una carreta, pero una carreta vacía”. Pregunté a mi padre: “¿Cómo sabes que está vacía, si aún no la hemos visto?”.
»Entonces mi padre respondió: “Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido. Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace”.

»Me convertí en adulto, y ahora, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación, siendo inoportuna o arrogante, presumiendo de lo que tiene o de lo que es, mostrándose prepotente o menospreciando a los demás, tengo la impresión de oír de nuevo la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace". La humildad hace callar a nuestras virtudes y permite a los demás descubrirlas, y nadie está más vacío que quien está lleno de sí mismo.»
Es interesante el mensaje que nos deja este viejo relato. Cuando imaginamos el paso de una carreta llena de carga, esforzada, silenciosa, un poco hundida por el peso que lleva, esa imagen nos transmite una sensación de plenitud y de silencio. Y algo parecido sucede con las personas. Hay vidas que están llenas de contenido, de esfuerzo y de sentido. Suelen ser vidas activas y luchadoras, pero hacen poco ruido. Son vidas que no cuadran con los alardes grandilocuentes de actividad, ni con los excesos de protagonismo personal, ni con ese individualismo que suele delatar ocultas faltas de rectitud y de sentido de servicio.

Tengo el convencimiento de que la soberbia es la clave de casi todos los conflictos humanos. Formas de soberbia más o menos elaboradas, más primarias o más sutiles, pero siempre la soberbia está en la raíz de las actitudes que los provocan. En las personas más simples, se nota enseguida. En las más inteligentes, cuesta un poco más, pues con el tiempo van aprendiendo a disimularlo.

Cuando vemos que en torno a una persona los conflictos tienden a enconarse, o que surgen distanciamientos o desencuentros tontos, o que a su alrededor los equipos humanos se desunen o se rompen, casi siempre está detrás ese empeño vanidoso e histriónico de la soberbia. Puede adoptar muchas formas, pero casi siempre son variantes de lo mismo: ese afán un tanto ridículo por dejar constancia del propio mérito, la susceptibilidad enfermiza que quien se siente agraviado constantemente por auténticas simplezas, las pugnas y desavenencias absurdas por una pequeña cuota de protagonismo personal, los agradecimientos exigidos y contabilizados, las ayudas aparentemente desinteresadas pero que luego reclaman una sumisión perpetua, los consejos que se dan con aire liberal pero que luego se considera una traición que no se sigan. Todo eso suele estar tejido y comunicado por el correoso hilo de la soberbia, e identificado por la falta de calado y de silencio interior.

El que sabe, suele hablar poco; el que habla mucho, suele saber poco. El que profundiza en las cosas, suele hablar con prudencia y con mesura. Los que hablan a la ligera y hacen juicios precipitados sobre las personas o los asuntos, suelen hablar demasiado. Son personas que con su alma vacía hacen chirriar el ambiente en todo su entorno, como las carretas vacías. Y chirrían sobre todo porque les falta el aplomo de la verdad. Porque la verdad, sobre todo en las cosas más patentes e inmediatas, es lo que más enerva al soberbio, que ve a la verdad ahí, independiente de él, imponiendo todo el peso de sus exigencias intelectuales y morales. Porque la verdad fastidia su constante búsqueda de satisfacción personal, y eso no lo soportan.

domingo, abril 06, 2008

CINE: ENTREVISTA A EDUARDO VERÁSTEGUI

Vale la pena ver este video (dividido en partes), que he colgado en la barra de youtube (a tu derecha) te vas a sorprender como me he sorprendido yo. Se trata del ex-integrante del grupo mejicano Kairo (lo recuerdan? del estilo de Magneto) ahora actor y productor. Su película "Bella" contra todo pronóstico, fue elegida ganadora del Festival de Toronto.

martes, abril 01, 2008

LABOR SOCIAL:HOSPITAL MATERNO INFANTIL

Desde el año pasado un grupo de universitarias junto con la Dra. Cecilia Aguilar vienen desarrollando una bonita labor en el Hospital San Bartolomé , centro al que acuden los días domingo en turnos quincenales (salvo Paloma que estuvo apoyando la labor semanalnente), aunque siempre es bienvenida la ayuda según las propias posibilidades de tiempo.




Se trata de dedicarles un tiempo a los niños que se encuentran internados en el hospital, (algunos de ellos han sido abandonados por sus padres no tener como mantenerlos), entretenerlos, jugar con ellos, darles alguna clase. También trabajamos con las mamás canguro que alimentan y dan calor a sus hijos que han nacido de forma prematura. Se les enseñan manualidades, se les lleva revistas o se les da alguna clase práctica para ser mejores mamás; pero sobre todo se conversa con ellas con el fin de orientarlas con respecto a los problemas que puedan tener.

Este año se reiciarán las labores, después de la temporada de descanso, la segunda semana de Abril. El día domingo 6 tendremos la primera reunión: se trata de una pequeña convivencia en la que se trabajarán los objetivos y se dará la información necesaria a las nuevas voluntarias.

Si te animas y quieres invertir tu tiempo en yudar, te puedes comunicar a través de nuestro correo influir_en_el_medio@yahoo.es o llamar al 92759460.