viernes, agosto 15, 2008

ASOCIACIÓN SIN FINES DE LUCRO DESIDERYA PAZ

Este año decidimos dar cause a nuestros intereses de proyección social constituyendo un organismo no gubernamental sin fines de lucro que comunmente se denominan ongs.
El nombre, larguísimo!: Desarrollo Social Integral desde la Razón y la Acción por la Paz (Desiderya Paz, para nuestros amigos).


Esperamos sinceramente poder trabajar de manera eficaz en beneficio de los sectores menos favorecidos.
*


Les transcribo la Misión tal y como figura en el Estatuto:
*
"En la asociación nos sentimos responsables de la mejora cultural y humana de las familias peruanas de los sectores más necesitados de nuestro país. La mejor manera de ayudar a que nuestras familias alcancen sus fines de células de la sociedad donde se forjan los ciudadanos del futuro es través de la educación y la cultura, para el fortalecimiento de la autoestima y salud integral.
Este ambicioso objetivo lo llevamos a cabo a través de la creación, organización y ejecución de Escuelas para Padres y Talleres Para las Familias en las que se les den las herramientas y el apoyo humano necesario para el desarrollo sostenible de sus miembros en educación y salud.
Esta misión se lleva a cabo con la colaboración voluntaria de jóvenes líderes universitarios que se comprometen en la mejora del país desde su componente más básico que es la familia."

LABOR SOCIAL: PROMOCIÓN RURAL EN ABANCAY 2008


La experiencia del trabajo social en la ciudad de Abancay siempre es gratificante, no sólo por la simpatía y optimismo de la gente sino también por los excelentes contactos que tenemos en esa ciudad que nos facilitan la eficacia del trabajo.


Tanto en el comedor de ancianos, como en las visitas a familias pobres del barrio de "Pueblo Joven" y las clases con los niños y los jóvenes líderes del pueblo andino de Mollocorral (nos costó trabajo aprendernos el nombre!) nos hemos sentido más cerca de lo que llamo "el Perú profundo" -aunque sea frase muy acuñada por un ex-presidente cuyo nombre no mencionaré- y hemos constatado una vez más que hay mucho por hacer.


Agradecemos al grupo de jóvenes -bastante jóvenes!- voluntarias que participaron de este trabajo.

ENRIQUE ROJAS: EDUCAR A UNA PERSONA ES ENTUSIASMARLA CON LOS VALORES

Esta vez les copio fragmento del libro de Enrique Rojas La conquista de la voluntad relacionado con la educación en los valores. No deja de ser interesante este librito. Más que leerlo, recomiendo estudiarlo.

*
*
*
*
*

*


*****************************************************************

Generalmente se han descrito tres posiciones respecto a la forma de educar. La primera se centra en la espontaneidad: el niño y el adolescente van creciendo con muy pocas normas, moviéndose con soltura y dictando ellos mismos sus patrones de conducta. La segunda enfatiza el voluntarismo, desde muy pequeño el niño aprende a dominar su voluntad, dirigiéndola no a lo que le apetece, sino a lo que a la larga resulta mejor para él; ésta es mi postura, aunque sin excesos. Y, por último, la tercera aboga por una vía intermedia: el niño se educa según el complejo juego que se establece entre espontaneidad y disciplina, libertad y autoridad.
*
Cada persona es un misterio y un tesoro, algo que hay que ir resolviendo y desvelando; un ser valioso que conviene poner en ruta hacia lo mejor de su destino. Descifrar a cada individuo y cuidarlo para que dé lo mejor de sí mismo es la tarea del educador.
En otros términos, educar es convertir a alguien en una persona más libre e independiente. Toda educación humaniza y llena de amor. Si no es así, el trabajo llevado a cabo, por mucho que se llame educativo, no es tal; si esclaviza, aprisiona y no libera de verdad, a la larga tendrá un valor negativo.
*
Educar es instruir, formar, pulir y limar a una persona para que se vuelva más armónica y sea capaz de gobernarse a sí misma. La mejor educación pretende construir la felicidad, pero sin olvidar que no hay felicidad sin sacrificio y renuncias. Un ser humano enriquecido: ésa es la pretensión. Si todos somos perfectibles y defectibles, la educación nos aportará nuevos ideales y lo necesario para comportarnos de acuerdo con nuestra naturaleza. Como decía Sócrates a su amigo Hipócrates: «Un sabio es un comerciante que vende géneros de los que se nutre el alma. »
Existen dos máximas muy válidas cuando se habla de la educación: «No hay voluntad si no hay conocimiento de la meta» (Nihil volitum nisi praecognitum), y aquella otra, algo distinta, pero con el mismo fondo: «No se puede amar lo que no se conoce».
*
Toda educación es una labor de orfebrería: se debe labrar a golpe de martillo y de cincel hasta conseguir la obra bien acabada.
Pero no hay que olvidar que la vida es un ensayo y, por eso, el hombre se convierte en un animal descontento, siempre incompleto y siempre haciéndose a sí mismo: es el eterno ritornello que comporta todo lo humano. Se trata de una operación progresiva y lenta que necesita tiempo para ir asimilando lo que le llega; un proceso gradual y ascendente, integral y unitario, que abarca todo lo que puede conducir a la realización más completa de la persona, según sean sus facultades (físicas, intelectuales, afectivas y de la voluntad) y circunstancias individuales (familiares, de residencia, etc. ).
*
Si la tarea del educador va más allá de la explicación de ciertos conocimientos, es porque tiene que saber estimular. El aprendizaje de una materia concreta pueden lograrlo muchas personas, pero el maestro debe también enseñar a vivir, ayudar a conocer la realidad personal y circunstancial en su riqueza y profundidad. De este modo emergen los valores.
*
Tan importante como el contenido es la personalidad de quien educa. Si ésta es singular, positiva y coherente, dará clase con su sola presencia; si es amorfa, incoherente y poco atractiva, aunque exponga los temas con claridad, siempre faltará algo en sus enseñanzas. La actitud del educador, al igual que sus modales, ha de ser propositiva. Así, sus silencios resultarán elocuentes y su palabra modelará y arropará al que la escucha.