martes, febrero 12, 2008

¿MUJERES OBJETO? NO TODA LA CULPA ES DE LOS HOMBRES

Verdaderamente las primeras en tratarnos como merecemos somos nosotras mismas. Queremos ser valoradas?... Empecemos por valorarnos mejor nosotras mismas!. Y cuando hablo de valor no me refiero ni a un monto en soles, ni en dólares, ni en euros. Tampoco a la pobre limosna de una admiración superficial y morbosa.


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¿Mujeres objeto? No toda la culpa es de los hombres


Afirmó Helen Alvare en un congreso vaticanoROMA, lunes, 11 febrero 2008 (ZENIT.org).- Las mujeres han contribuido a fomentar el consumismo que las cosifica, y esto es resultado del pecado original, afirmó Helen Alvare el pasado 9 de febrero en el congreso vaticano celebrado en Roma sobre «Mujer y varón, la totalidad del humanum».

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Alvare ha sido portavoz sobre cuestiones relativas a la vida humana de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y es profesora de la Universidad Católica de América en Washington.
Dado nuestro ambiente de consumismo desenfrenado, «era casi inevitable que los seres humanos se convirtieran en el último producto de consumo --explicó Alvare--. La belleza física de las mujeres y su complementariedad sexual con los hombres, las hacen especialmente deseables en una economía comercial».


«Oscilan las cifras del dinero que se gana con las imágenes sexualizadas de mujeres. Se estima que como mínimo hoy la industria de la pornografía tiene un valor anual de 60.000 millones de dólares. Además se calcula que la pornografía atrae al 40% de todos los usuarios de Internet en Estados Unidos al menos una vez al mes, al 70% de los usuarios de Internet varones entre 18 y 34 años, y a la mitad de todos los clientes de hotel», explicó Alvare.


Sin embargo, añadió, «el grado en el que las mujeres, individualmente y a través de grupos organizados, han asumido su propia cosificación como artículos de consumo es un aspecto especialmente preocupante de nuestra actual situación».


Alvare añadió que «en su serie de charlas sobre la Teología del Cuerpo, y en la "Mulieris Dignitatem", Juan Pablo II habla del efecto del pecado original sobre las mujeres. Repite las palabras que Dios "dirigió a la mujer" tras su primer pecado: ‘Tu deseo se dirigirá hacia tu marido y él te dominará'. Esto indica que la mujer desarrolla un deseo insaciable hacia una unión diferente. No por una relación de comunión sino una ‘relación de posesión del otro como el objeto del propio deseo'».


«Incluso un observador secular tendría que concluir que la cooperación de las mujeres, incluso animando a la cosificación de sus cuerpos hoy, parece una moderna manifestación de la inclinación que los católicos llaman "pecado original". Las mujeres se rebajan a sí mismas persiguiendo la creencia de que esto les llevará a la unión con un hombre».
«Esto no se limita a la industria pornográfica, ni a la publicidad comercial, cine o televisión --subrayó Alvare--. Más bien, las mujeres normales compran ropas diseñadas para destacar o exponer aquellas partes de su cuerpo asociadas con el sexo. Muchas mujeres a menudo también se rebajan a sí mismas con lo que dicen o exponiéndose a sí mismas a medios que gradualmente las insensibilizan ante la propuesta de que las mujeres son objetos de consumo bellos y sexuales».


«Un aspecto final preocupante de la connivencia de las mujeres en su propia consificación --añadió Alvare-- es la implicación de famosas deformaciones del feminismo que insisten en que están marcado un punto a favor de las libertades de las mujeres identificando libertad con sexualidad incontrolada».


«Por otra parte, se puede ver qué fuerte era la tentación de las mujeres de romper con los papeles que se les asignaban antiguamente», «pero esta respuesta del feminismo era y sigue siendo fundamentalmente defectuosa».


Este tipo de feminismo «se ha inspirado para sus orientaciones en los peores aspectos de la conducta masculina. De manera que se animaba a la mujer feminista a ser una criatura aventurera sexual, desdeñosa del matrimonio y los hijos, guiada por el dinero y la carrera --concluyó Alvare--. El feminismo urgía a la mujer a imitar la versión masculina del pecado original -dominación-- para conseguir igualdad y felicidad».

Por Carrie Gress, traducido del inglés por Nieves San Martín

¿HAS HECHO ALGUNA VEZ UN RETIRO?: Te lo explica Benedicto XVI

Les copio este ártículo porque pienso que muchas veces nos paraliza el temor a encontrarnos con nosotros mismos. Nos da tedio el silencio y el pensar sobre temas trascendentes, ¿no será que nos cuesta descubrir que llevamos poco en el interior y que la bulla que conseguimos traer de fuera es un remedio anodino para discimular nuestra propia insustancialidad?.
(tradúzcase ejercicios espirituales por retiro)

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Ejercicios espirituales, «una fuerte experiencia de Dios»; explica el PapaPromueve esta práctica caracterizada por «el clima de silencio completo»


CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 11 febrero 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha pedido que se promueva la práctica de los ejercicios espirituales, pues son momentos de «una fuerte experiencia de Dios».


Fue la petición que presentó este sábado al recibir en audiencia a los participantes en la asamblea nacional de la Federación Italiana de Ejercicios Espirituales. El mismo pontífice, en esta semana, ha dejado a un lado sus compromisos públicos para consagrarse a esta práctica espiritual.
El Papa constató que en algunos países, «mientras crecen y se difunden providencialmente múltiples iniciativas de espiritualidad, sobre todo entre los jóvenes, parece sin embargo descender el número de quienes participan en auténticos cursos de ejercicios espirituales, y parece que esto se verifica también entre sacerdotes y miembros de los institutos de vida consagrada».

En este contexto, recordó que los ejercicios espirituales son «una fuerte experiencia de Dios, suscitada por la escucha de su Palabra, comprendida y acogida en la propia vida personal, bajo la acción del Espíritu Santo, que, en un clima de silencio, de oración, y con la mediación de un guía espiritual, ofrece capacidad de discernimiento para purificar el corazón, convertir la vida, seguir a Cristo y cumplir la propia misión en la Iglesia y en el mundo».

Por este motivo, el obispo de Roma deseó que «junto a otras formas laudables de retiro espiritual no disminuya la participación en los ejercicios espirituales, caracterizados por ese clima de silencio completo y profundo que favorece el encuentro personal y comunitario con Dios y la contemplación del rostro de Cristo».

El Papa consideró que «en una época en la que cada vez es más fuerte la influencia de la secularización y, por otra parte, en la que se experimenta una difundida necesidad de encontrar a Dios, no debe desfallecer la posibilidad de ofrecer espacios de intensa escucha de su Palabra en el silencio y en la oración».

Esto implica, añadió, hacer un esfuerzo para que haya casas dedicadas a los ejercicios espirituales, en las que haya responsables bien formados, «guías, animadores y animadoras disponibles y preparados, dotados de esas capacidades doctrinales y espirituales que hagan de ellos maestros del espíritu, expertos y apasionados de la Palabra de Dios y fieles al Magisterio de la Iglesia».

Los Ejercicios Espirituales tal y como se conocen hoy fueron introducidos por san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (1491-1556).